Instruction Manual

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Si los zapatos tienen propiedades
antiestáticas, se han de tener en
cuenta sin falta las recomendaciones
relacionadas a continuación:
Los zapatos antiestáticos deben
utilizarse si existe la necesidad de
disminuir una carga electrostática
derivando las cargas eléctricas, de
manera que se excluya el peligro de
ignición, de p. ej. sustancias y
vapores por chispas, y si no se
excluye por completo el peligro de
una descarga eléctrica originada por
una máquina eléctrica o por piezas
conductoras de tensión. Sin
embargo, se debe señalar que los
zapatos antiestáticos no pueden
ofrecer suficiente protección contra
las descargas eléctricas, dado que
sólo establecen una resistencia entre
el suelo y el pie. Si no se puede
excluir por completo el peligro de una
descarga eléctrica, se han de tomar
otras medidas para evitar este
peligro. Este tipo de medidas y las
comprobaciones que se indican a
continuación deberían ser una parte
del programa rutinario de prevención
de accidentes en el puesto de
trabajo.
La experiencia ha mostrado que,
para fines antiestáticos, el recorrido
de descarga a través de un producto
durante toda su vida útil, debería
tener una resistencia eléctrica
inferior a 1000 MΩ. El valor de
100 kΩ está definido como el límite
inferior de resistencia para un
producto nuevo, con el fin de
garantizar una protección limitada
contra descargas eléctricas
peligrosas o contra la ignición
originada por anomalías de aparatos
eléctricos que trabajen con tensiones
de hasta 250 V. Sin embargo, se
debería tener en cuenta que el
zapato no ofrece una protección
suficiente en determinadas
condiciones, por lo que el usuario de
este calzado debería adoptar
siempre medidas de protección
adicionales.
La resistencia eléctrica de este tipo
de calzado puede variar
considerablemente debido a la
flexión, ensuciamiento o humedad.
Este calzado no responde a su
finalidad primaria al utilizarlo en un
entorno mojado. Por ello, es
necesario hacer todo lo posible para
que el producto esté en condiciones
de cumplir con su función primaria de
derivar cargas electrostáticas y
ofrecer así una protección durante
toda la vida útil del mismo. Por ello,
recomendamos al usuario que, en
caso necesario, realice una prueba in
situ de la resistencia eléctrica y la
repita periódicamente a intervalos
cortos.
El calzado de la clasificación I puede
absorber humedad tras un cierto
tiempo de uso y, en condiciones muy
húmedas puede volverse conductivo.
Si se utiliza el calzado en
condiciones en las que el material de
la suela pueda contaminarse, el
usuario debería comprobar siempre
las propiedades eléctricas de su
calzado antes de entrar en una zona
peligrosa. En las zonas en que se
utiliza calzado antiestático, la
resistencia del suelo debería ser tal,
que no anule la protección ofrecida
por el calzado.
Al utilizar el calzado, no se deberán
interponer piezas aislantes entre la
suela interior del calzado y el pie del