User guide
3938
El audiólogo o proveedor de cuidado auditivo realizará una
evaluación de instrumento auditivo para determinar su capacidad
de escuchar con y sin instrumentos auditivos. La evaluación
del instrumento auditivo permitirá al audiólogo o proveedor de
cuidado auditivo seleccionar y ajustar instrumentos auditivos a
sus necesidades individuales.
Si tiene alguna duda acerca de su capacidad de adaptarse a la
amplificación, debe preguntar acerca de la disponibilidad de
un programa de prueba y renta o de opción a compra. Varios
audiólogos o proveedores de cuidado auditivo ahora ofrecen
programas que le permiten usar un instrumento auditivo durante
un período de tiempo por una tarifa nominal, luego del cual usted
puede decidir si desea comprar el instrumento.
Sólo aquellos adultos completamente informados que hicieron
una evaluación con un médico autorizado o que firmaron una
declaración de renuncia para rechazar la evaluación médica
a causa de creencias religiosas o personales que prohíben la
consulta con un médico, pueden comprar instrumentos auditivos.
La práctica de la exoneración no es recomendable ya que va en
contra de su salud.
Advertencia a audiólogos o proveedores de
cuidado auditivo
Un audiólogo o proveedor de cuidado auditivo debe aconsejar
a un posible usuario de instrumentos auditivos que consulte
lo antes posible a un médico especialista (de preferencia, un
especialista en la audición) antes de entregarle un instrumento
auditivo, cuando determine a través de interrogatorio,
observación real o revisión de cualquier otra información
disponible relacionada con el posible usuario, que éste posee
alguna de las siguientes condiciones:
• Deformidad congénita o traumática visible del oído.
• Mareos agudos o crónicos.
• Historial de secreción activa del oído en los últimos 90 días.
• Historial de pérdida de la audición repentina o progresiva rápida
en los últimos 90 días.
• Pérdida de la audición unilateral de inicio repentino o reciente
en los últimos 90 días.
• Espacio audiométrico aire-hueso igual a 15 decibeles (dB) o
mayor a 500 Hertz (Hz), 1000 Hz y 2000 Hz.
• Evidencia visible de acumulación significativa de cerumen o un
cuerpo extraño en el canal del oído.
• Dolor o molestia en el oído.
Debe tenerse cuidado especial al seleccionar y ajustar un
instrumento auditivo cuyo nivel máximo de presión sonora exceda
los 132 decibeles (dB), porque puede haber riesgo de dañar la
audición residual del usuario del instrumento auditivo.
Un instrumento auditivo no restituirá la audición normal y no
evitará ni mejorará un impedimento de audición causado por
condiciones orgánicas.
El uso de instrumentos auditivos sólo forma parte de
la rehabilitación de la audición y podría ser necesario
complementarlo con capacitación auditiva y enseñanza para
leer los labios. Se recomienda el uso constante de amplificación.
En la mayoría de casos, el uso poco frecuente de instrumentos
auditivos no permite al usuario obtener el máximo beneficio de la
amplificación.